Ambiente familiar y hogueras controladas en la Noche de San Juan en Santa Pola

Contraste entre Elche y Santa Pola durante la celebración de la Noche de San Juan

Elche, 24 de junio de 2025 – La Noche de San Juan, una de las festividades más esperadas del calendario estival, volvió a reunir a miles de personas en la costa alicantina. Sin embargo, las celebraciones de este año dejaron patente el contraste entre dos municipios vecinos que optaron por enfoques muy diferentes para afrontar esta emblemática cita. Mientras que en Santa Pola se permitió el encendido de hogueras en determinadas zonas controladas, en Elche se mantuvo una prohibición total, reforzada por un amplio dispositivo de seguridad y medidas preventivas destinadas a proteger tanto a la ciudadanía como al entorno natural.

Santa Pola permite las hogueras en zonas acotadas y bajo estricta vigilancia

En Santa Pola, el Ayuntamiento habilitó dos tramos concretos de su litoral para la celebración con fuego: la playa de Levante y la Gran Playa. Estas zonas fueron especialmente acondicionadas y vigiladas para que vecinos y visitantes pudieran disfrutar de las hogueras sin poner en riesgo la seguridad o el medio ambiente.

El operativo desplegado incluyó una coordinación entre Policía Local y Guardia Civil, con patrullas continuas durante toda la noche para asegurar el cumplimiento de la normativa. Entre las restricciones impuestas, se destacaron la prohibición de cocinar, hacer brasas, consumir alcohol y el uso de materiales peligrosos, como maderas con clavos, objetos de cristal, petardos o farolillos voladores.

Asimismo, en el resto de playas del municipio —como las situadas en el cabo de Santa Pola o las zonas naturales del oeste—, estuvo terminantemente prohibido encender fuego, medida que fue también respetada por la mayoría de asistentes.

La velada transcurrió sin incidentes graves. Numerosas familias celebraron la noche más corta del año entre baños nocturnos, rituales de buena suerte y el tradicional salto sobre las olas. La convivencia cívica y el respeto a las normas marcaron una noche que volvió a recuperar el sabor de la tradición sin renunciar a la responsabilidad colectiva.

Elche mantiene la prohibición total en defensa del entorno y la seguridad

Por su parte, el municipio de Elche volvió a mantener la prohibición absoluta del uso del fuego en todas sus playas: El Altet, Arenales del Sol, Carabassí, La Marina y El Pinet, una decisión tomada por razones de seguridad ciudadana, prevención de incendios y protección del valioso entorno natural de su litoral.

Para hacer efectiva esta restricción, el Ayuntamiento desplegó un amplio dispositivo de seguridad compuesto por 60 agentes de la Policía Local, incluyendo unidades caninas, de vigilancia aérea y movilidad urbana. El operativo se activó el 23 de junio a partir de las 16:00 horas y se extendió durante toda la noche.

Desde las 19:00 horas, se procedió al corte del acceso vehicular al Camino del Carabassí, además de instalar controles en pasarelas y accesos a la playa para impedir la entrada de objetos inflamables o peligrosos.

El dispositivo incluyó también controles de alcohol, drogas y armas en diferentes puntos del término municipal. Asimismo, a partir de las 5:00 de la madrugada del 24 de junio, más de 20 operarios municipales iniciaron un dispositivo especial de limpieza, retirando residuos, regando zonas sensibles y revisando la costa para garantizar su conservación.

La concejala de Turismo, Irene Ruiz, destacó que esta línea de actuación responde al compromiso del municipio con la preservación del medio natural y la seguridad de los ciudadanos, recordando que parte del litoral ilicitano está protegido por normativa medioambiental.

Dos modelos de celebración con un objetivo común

La diferencia de planteamientos entre ambos municipios refleja dos enfoques compatibles con el respeto a la fiesta de San Juan. Mientras que Santa Pola apostó por mantener viva la tradición de las hogueras en un entorno controlado y seguro, Elche optó por preservar la costa y minimizar riesgos en una noche de gran afluencia.

Ambas decisiones fueron ejecutadas con eficacia y contaron con una elevada colaboración ciudadana, lo que permitió que la noche transcurriera sin altercados destacables y con un ambiente festivo y responsable en ambos municipios.

Además, en Alicante capital también se prohibieron las hogueras, y se reforzó la presencia policial en el frente marítimo. Otros municipios de la provincia, como Guardamar del Segura o Gandía, aplicaron un modelo híbrido, delimitando zonas donde las hogueras fueron permitidas bajo condiciones similares a las de Santa Pola.

Una noche mágica que evoluciona con responsabilidad

La Noche de San Juan 2025 se recordará como un ejemplo de cómo es posible adaptar una tradición centenaria a las exigencias actuales de seguridad y sostenibilidad. El equilibrio entre la celebración y el respeto por el entorno se logró, en parte, gracias a la planificación, la responsabilidad ciudadana y el compromiso de las administraciones locales.

Dos maneras distintas de afrontar una misma fiesta, pero con un objetivo compartido: disfrutar con seguridad, proteger lo que nos rodea y mantener viva una tradición que une generaciones en torno al fuego, el mar y la esperanza.

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