Elche, 27 de mayo de 2025
Carrús, uno de los barrios más populosos de Elche, ha dejado de ocupar el primer puesto en el ranking de barrios con menor renta de España. Sin embargo, el entorno conocido como «Barrio de la Puñalá», ubicado junto al centro comercial l’Aljub, sigue denunciando abandono y falta de inversiones por parte del Ayuntamiento.
Situación socioeconómica de Carrús
Según la Estadística de Declarantes del IRPF de la Agencia Tributaria (2022), Carrús registró una renta media anual de 14.812 €, colocándose en la tercera posición nacional entre los barrios con menor renta, por detrás de Torreblanca (Sevilla, 9.693 €) y Nou Alacant (Alicante, 13.962 €).
En 2019, Carrús lideraba esta clasificación con una renta de 15.542 €, reflejando la persistencia de una realidad económica muy frágil, marcada por la temporalidad laboral, la economía sumergida y la dependencia del sector zapatero.
“La Puñalá”: el núcleo más olvidado
Más allá de los datos económicos, la zona de Carrús-Aljub —popularmente conocida como “La Puñalá”— sigue siendo una de las más desatendidas urbanísticamente de Elche, según denuncian vecinos y colectivos ciudadanos.
Entre las principales reivindicaciones se encuentran:
- Limpieza y desbroce de solares.
- Reurbanización y asfaltado de calles.
- Cerramientos y mantenimiento de zonas verdes.
- Instalación de reductores de velocidad.
- Adaptación y mejora del transporte publico
En palabras del Partido Popular de Elche, se trata de “un abandono absoluto que clama al cielo”. Los residentes aseguran estar “hartos de promesas incumplidas” y exigen acciones urgentes, no anuncios.
Inversiones municipales… que no llegan al barrio
El Gobierno municipal ha anunciado grandes proyectos para Carrús, como:
Un nuevo pabellón deportivo y cultural junto a l’Aljub, con una inversión de 12,8 millones de euros, cuya finalización está prevista para agosto de 2025.
Renovación de aceras y mejora de infraestructuras en varias zonas del distrito.
No obstante, las actuaciones aún no han alcanzado el núcleo de La Puñalá, donde muchas calles permanecen sin urbanizar, con deficiencias graves en accesibilidad y movilidad.
La calle Benitatxell, ejemplo del abandono
Uno de los casos más ilustrativos es la calle Benitatxell, que todavía conserva postes de telefonía en mitad de la calzada, obstaculizando la circulación de vehículos y generando un riesgo para peatones y conductores.
A continuación, una imagen actual de la calle tomada en enero de 2025 desde Google Street View:
Esta situación proyecta una imagen de dejadez institucional impropia de una ciudad moderna como Elche. El hecho de que estos postes permanezcan años en la vía pública sin ser retirados es una muestra clara del olvido que sufre esta zona.
Transporte público deficiente
Además, las comunicaciones de La Puñalá con el resto de Elche son extremadamente limitadas:
Solo una línea de autobús, la K2, circula por la zona cada 40 minutos.
La línea C solo opera por las mañanas y no está coordinada con la K2, generando esperas y trayectos ineficientes.
Ambas líneas solo conectan con la parada central en Doctor Caro, sin dar cobertura a otros puntos estratégicos de la ciudad.
Como resultado, muchos vecinos dependen del transporte privado para acceder a servicios básicos, trabajo o estudios.
«Carrús también es Elche. La Puñalá necesita inversiones reales, no promesas vacías. Queremos calles asfaltadas, parques cuidados, transporte digno y respeto institucional.»
Carrús ha mejorado sus cifras, pero los vecinos recuerdan que las estadísticas no asfaltan calles. El verdadero reto comienza ahora: hacer que todas las zonas del barrio —incluida La Puñalá— reciban la atención y dignidad que merecen.
Paco Ciclón / AFPRESS