24 de junio de 2025 – La Iglesia de Saint Étienne du Mont de París vivió ayer un acontecimiento histórico y profundamente simbólico: por primera vez, fragmentos del Misteri d’Elx, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, resonaron en el interior de un templo parisino. El concierto, organizado con motivo del 75.º aniversario del Dogma de la Asunción, reunió a representantes institucionales, culturales y eclesiásticos de primer nivel, que abarrotaron el histórico recinto para presenciar esta emotiva actuación.
Una selección musical con esencia ilicitana
Un total de 37 cantores adultos y 6 escolanos de la Capella y Escolanía del Misteri d’Elx interpretaron una cuidada selección de piezas del drama sacro-lírico que cada mes de agosto cobra vida en la Basílica de Santa María de Elche. La dirección musical corrió a cargo del Mestre de Capella, Francisco Javier Gonzálvez Valero, acompañado al órgano por Ramón Cano.
Las voces ilicitanas ofrecieron una interpretación solemne y emotiva, marcada por el respeto al estilo tradicional y la fidelidad al repertorio original. Las piezas, escogidas con un especial cuidado para adaptarse al espacio y al contexto litúrgico, llenaron de espiritualidad y emoción el interior de la iglesia, caracterizada por su arquitectura gótica y renacentista y situada junto al Panteón de París.
“El resultado ha sido excelente. Las voces han brillado en un espacio con una acústica excepcional, y el público ha mostrado una sensibilidad extraordinaria. Ha sido una experiencia musical y espiritual difícil de olvidar”, expresó Gonzálvez al finalizar el acto.
Un público entregado en un enclave único
Saint Étienne du Mont, considerada una de las iglesias más bellas del V Distrito de París, albergó un público numeroso que llenó por completo el recinto. La acústica del templo realzó la riqueza armónica de las voces, envolviendo a los asistentes en una atmósfera de recogimiento y belleza sonora. La respuesta del público fue cálida, prolongada y visiblemente emocionada, con numerosos aplausos al término de cada intervención.
Este concierto no solo puso en valor la proyección internacional del Misteri d’Elx, sino que reforzó los lazos culturales y espirituales entre Francia y España en un contexto conmemorativo de alto contenido simbólico.
Presencia institucional de alto nivel
El evento reunió a destacadas autoridades del ámbito diplomático, político, cultural y eclesiástico. Entre los asistentes destacaron:
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El embajador de España en Francia, Victorio Redondo
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El embajador de España ante la UNESCO, Miquel Iceta
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El cónsul general de España en París, Manuel Durán
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La alcaldesa del V Distrito de París, Florence Berthout
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El alcalde de Elche, Pablo Ruz Villanueva
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El director general de Turismo de la Generalitat Valenciana, Israel Martínez
Asimismo, acudieron representantes del mundo universitario y empresarial, como el rector de la Universidad Miguel Hernández, Juan José Ruiz, y el presidente de ConHostur, Manuel Espinar.
Desde el Patronato del Misteri d’Elx asistieron la vicepresidenta, María Teresa Botella, y otros miembros de la junta, mientras que el ámbito eclesiástico estuvo representado por el vicario episcopal, Lucas Galvañ.
La delegación del Ayuntamiento de Elche incluyó también a la concejal de Turismo y Cultura, Irene Ruiz; la teniente de alcalde, Aurora Rodil; el concejal de Relaciones Institucionales, Juan de Dios Navarro; y la concejal María Bonmatí.
La Festa, cada vez más universal
La interpretación del Misteri d’Elx en París se suma a una serie de iniciativas que buscan proyectar internacionalmente este tesoro cultural ilicitano, único en el mundo por sus características artísticas, litúrgicas e históricas. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2001, el Misteri conserva viva una tradición teatral y religiosa con más de cinco siglos de historia.
Este concierto ha servido para consolidar el posicionamiento del Misteri como un símbolo de la identidad cultural valenciana y como puente de diálogo y entendimiento entre pueblos, religiones y lenguas. Una muestra de cómo el arte sacro y la tradición oral pueden emocionar más allá de sus fronteras originales cuando se interpretan con rigor, sensibilidad y respeto.