Elche continúa avanzando en su compromiso con la recuperación del Palmeral y los huertos históricos con una nueva intervención en el Huerto de Bon Lladre, situado junto a la ribera del Vinalopó. Allí, el Departamento de Servicios Públicos ha impulsado la plantación de más de 100.000 girasoles en una superficie de aproximadamente una hectárea, como parte del plan municipal para poner en valor estos espacios tradicionales y fomentar una agricultura simbólica, sostenible y con valor patrimonial.
La intervención, visitada este miércoles por el concejal de Servicios Públicos, Claudio Guilabert, abarca el tramo comprendido entre la antigua fábrica de Paredes y el acueducto de Riegos de Levante, en el Puente de la Generalitat.
En palabras del edil, “queremos devolverle a estos huertos su uso histórico, su función ecológica y su valor identitario, integrándolos en una economía circular que cuide el medio ambiente y nuestra historia local”.
El riego de los girasoles se llevará a cabo con agua regenerada procedente de la depuradora de Algorós, como parte de la estrategia de sostenibilidad aplicada a la gestión verde del municipio. Paralelamente, los operarios municipales han iniciado tareas de limpieza, desbroce y adecuación del entorno, de modo que la intervención tenga un impacto integral en el paisaje urbano.
Esta actuación no es un hecho aislado, sino que forma parte de una línea de trabajo continuada, como recuerda el propio Guilabert. En las últimas semanas también se han llevado a cabo plantaciones de girasoles y tagetes en el Huerto de Malena, flores que luego se emplearán en la tradicional Batalla de las Flores de las Fiestas de Agosto. Del mismo modo, en el Huerto de la Virgen se han sembrado alfalfa y cereales, introduciendo diversidad vegetal y fortaleciendo la resiliencia de estos espacios agrarios.
Para el edil, el impacto de estas actuaciones es tanto ambiental como social y cultural: “Estamos demostrando cómo huertos que estaban completamente degradados recuperan su esplendor, se convierten en pulmones verdes y crean ecosistemas que dan cobijo a la fauna local, mientras sirven también como referencia cultural y patrimonial de lo que somos”.
El Huerto de Bon Lladre, como otros enclaves del Palmeral Histórico de Elche, forma parte de una red de espacios protegidos cuya conservación es clave para el mantenimiento del Palmeral como Patrimonio Mundial de la UNESCO. Iniciativas como esta permiten avanzar hacia un modelo de ciudad que combina el respeto a la historia con el desarrollo sostenible y la participación ciudadana.