Más de 200.000 personas acompañan al equipo en un emocionante recorrido por la ciudad, que culmina en una noche mágica en el Martínez Valero
Elche vivió el lunes 2 de junio de 2025 una jornada que quedará grabada en la memoria de la ciudad. El ascenso del Elche Club de Fútbol a Primera División fue celebrado por más de 200.000 personas —según indicó el alcalde Pablo Ruz— en una fiesta multitudinaria que tiñó de verde y blanco las calles de la ciudad.
Un recorrido lleno de emoción
La celebración comenzó a las 18:30 horas con la llegada del equipo al Parque Comarcal de Bomberos. Desde allí, el autobús descapotable del club inició un recorrido festivo por las principales avenidas ilicitanas, despertando el entusiasmo de una afición entregada que vitoreaba sin descanso.
El recorrido incluyó lugares emblemáticos como la rotonda del Centro Comercial L’Aljub y la Plaza Barcelona, donde miles de personas se agolparon para saludar al equipo. El ambiente fue una mezcla de júbilo, emoción y orgullo compartido por todo un pueblo que ha seguido fielmente a su club en las buenas y en las malas.
Clímax en la Plaza de Baix
El trayecto culminó en una abarrotada Plaza de Baix, convertida en epicentro de la celebración. La llegada del equipo desató la euforia de los presentes. Sobre el autobús, los jugadores saludaban a los aficionados acompañados por el entrenador Eder Sarabia, que fue uno de los más aclamados por la afición.
Los capitanes Pedro Bigas y Miguel San Román protagonizaron uno de los momentos más emotivos de la jornada al lucir una camiseta retro del mítico Nino, símbolo eterno del Elche CF. Jugadores como Sory Kaba, Josan, Nico Fernández, Matías Dituro y Salinas también fueron ovacionados en un ambiente de verdadera comunión entre equipo y afición.
Gran final en el estadio Martínez Valero
La celebración se trasladó posteriormente al estadio Martínez Valero, donde alrededor de 15.000 aficionados recibieron al equipo con un espectáculo inolvidable. Bajo el lema “Una franja invencible”, la gala incluyó luces, música, vídeos con mensajes de familiares y fuegos artificiales.
Cada jugador fue presentado individualmente, recibiendo el cariño de una grada eufórica. Especial protagonismo tuvo el número 17, Josan, uno de los futbolistas más representativos del club en los últimos años, cuyo nombre fue coreado con fuerza por todos los presentes. El entrenador Eder Sarabia apareció con una bufanda del equipo al cuello, siendo también muy aplaudido.
La noche concluyó con la tradicional vuelta de honor de la plantilla, que agradeció desde el césped el apoyo recibido durante toda la temporada. Un espectáculo pirotécnico puso el broche de oro a una jornada para la historia.
Una ciudad volcada con su equipo
A pesar de algunos retrasos en el horario previsto, el ánimo no decayó en ningún momento. La afición ilicitana demostró su pasión y su entrega incondicional, celebrando con orgullo el regreso del equipo franjiverde a la élite del fútbol español.
Con esta fiesta, Elche no solo festeja un ascenso, sino también el vínculo indisoluble entre una ciudad y su club, que hoy más que nunca se siente representada por su escudo, su historia y su gente.