Más de 17 kilos de residuos fueron retirados en una doble actuación que incluyó limpieza en tierra y descenso con cuerdas por las laderas del acantilado
El entorno natural del mirador del Cabo de Santa Pola fue escenario, el pasado sábado 7 de junio, de una intensa jornada de limpieza ambiental impulsada por el colectivo GEA Alicante. En la acción participaron 27 personas que, en apenas unas horas, consiguieron retirar más de 17 kilos de residuos de una superficie total de aproximadamente 15.000 metros cuadrados, en una actividad que combinó el compromiso medioambiental con la seguridad y la coordinación entre instituciones y ciudadanía.
La iniciativa forma parte del Proyecto LIBERA “Unidos contra la basuraleza”, una campaña estatal creada por SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes, que pretende concienciar sobre el impacto de los residuos abandonados en la naturaleza y fomentar acciones concretas de recogida y prevención. En esta ocasión, la actividad contó además con el respaldo de la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Santa Pola y la empresa Urbaser, que facilitaron materiales como guantes, bolsas de basura y agua para los voluntarios.
Apoyo institucional y concienciación ciudadana
El concejal de Medio Ambiente, Ángel Piedecausa, estuvo presente durante la jornada y quiso trasladar personalmente su reconocimiento a los participantes: “El trabajo que viene desarrollando GEA Alicante en el entorno del mirador es constante y fundamental. Nos ayudan a conservar un enclave privilegiado que recibe la visita de cientos de personas cada día. Les estamos muy agradecidos”, señaló.
Piedecausa aprovechó también para hacer un llamamiento a la responsabilidad ciudadana: “Pedimos la colaboración activa de todos los visitantes. No cuesta nada depositar los residuos en los lugares habilitados. Por eso, hemos instalado cubos con tapa que facilitan su uso y evitan que el viento disperse la basura”.
Dos zonas, dos retos diferentes
La limpieza se desarrolló en dos zonas diferenciadas, lo que permitió actuar tanto en áreas accesibles como en otras de difícil acceso que requerían equipamiento especializado.
En la primera intervención, enmarcada dentro del programa “1m2 por la naturaleza” de Ecoembes, 15 voluntarios limpiaron una zona de pino bajo y matorral, muy transitada por senderistas, ciclistas y visitantes nocturnos. La actividad se centró en retirar residuos acumulados en los márgenes de caminos y zonas de paso, incluyendo envases plásticos de un solo uso, fragmentos de plástico, colillas y una notable cantidad de papel higiénico desechado. En total, se recogieron 12,6 kilos de residuos en esta área.
La segunda intervención se realizó en las laderas del acantilado, una zona de alta dificultad técnica por su pendiente y acceso limitado. Diez voluntarios especializados en trabajos verticales llevaron a cabo esta tarea en condiciones de máxima seguridad, empleando dobles cuerdas, arneses integrales, bloqueadores y descensores. Formaron cinco binomios de actuación, en los que uno de los miembros descendía con las bolsas de recogida, mientras el otro aseguraba desde la cabecera de las cuerdas.
En este sector se retiraron 4,6 kilos de basura, entre los que destacaban botellas de vidrio, envases de aluminio, latas de bebidas, bolsas de plástico y colillas. La mayoría de estos residuos habían sido lanzados directamente desde el mirador, lo que demuestra la necesidad de reforzar la concienciación y vigilancia en este punto.
Mejoras en la gestión de residuos
Desde GEA Alicante recordaron que ya en anteriores jornadas de limpieza habían solicitado al Ayuntamiento la sustitución de papeleras abiertas por cubos con tapa, dado que el viento provocaba que las bolsas se volcaran y esparcieran su contenido. Esta demanda ya ha sido atendida, y actualmente se han instalado nuevos cubos de residuos de gran capacidad en el parking de entrada al faro.
La organización quiso agradecer públicamente el apoyo del Proyecto LIBERA, así como la implicación del Ayuntamiento y de Urbaser, que han facilitado el desarrollo de esta actividad. También destacaron la implicación y el espíritu colaborativo de todos los voluntarios.
La lucha contra la basuraleza es un reto colectivo y diario. Iniciativas como esta demuestran que con coordinación, voluntad y conciencia, es posible conservar nuestros espacios naturales en las mejores condiciones para el disfrute y el respeto de todos.