El Ayuntamiento de Elche ha dado inicio a una serie de intervenciones destinadas a embellecer los puentes de Altamira y del Ferrocarril, marcando el fin de una época caracterizada por el hormigón. Claudio Guilabert, concejal de Servicios Públicos, ha anunciado una serie de trabajos que abarcan desde la remodelación del vallado hasta el cambio de luminarias, pasando por la recuperación de las jardineras que fueron hormigonadas en administraciones anteriores.
«Estos pequeños detalles contribuyen a que Elche se posicione como una ciudad modelo en términos de embellecimiento urbano. Contamos con una cantidad considerable de puentes, y es fundamental resaltar estas estructuras que sirven como acceso a nuestra zona monumental, que incluye el Palacio de Altamira, la Basílica de Santa María, la Calahorra, el Molí Real y el Parque Municipal», afirmó Guilabert.
La intención es completar el cambio de iluminación en ambos puentes antes de las festividades de agosto, con una inversión aproximada de 50.000 euros. Por otro lado, el proyecto de jardinería, respaldado por informes técnicos favorables, contempla la impermeabilización y la instalación de un sistema de riego, y se espera que esté finalizado durante el verano. En cuanto a la renovación del vallado, se llevará a cabo con recursos municipales.
Además, el departamento de Servicios Públicos ya está trabajando en un proyecto de iluminación ornamental para el puente de Canalejas, con el objetivo de extender la actuación hasta la Plaza de Baix. Se espera que esta iniciativa esté lista para las festividades navideñas. «Nuestro propósito es resaltar el patrimonio de la ciudad y realzar los accesos a nuestra zona monumental», añadió Guilabert.
Estas acciones reflejan el compromiso del Ayuntamiento de Elche con la mejora del entorno urbano y la preservación del patrimonio histórico de la ciudad, reafirmando su posición como referente en términos de embellecimiento y desarrollo sostenible.