- Del campo al plato el melón de Carrizales simboliza el alma agrícola de Elche
- Sabor, historia y paisaje el valor del melón de Carrizales como emblema ilicitano
El melón de Carrizales es la joya del Campo de Elche, un producto agrícola singular conocido por su dulzor excepcional y calidad única. Cultivado en el Parque Natural Agrario de los Carrizales, este melón de tipo piel de sapo recibe agua del río Segura y crece en suelos salinos que le aportan un sabor inconfundible. Su pulpa jugosa alcanza hasta 14º Brix de sacarosa (azúcar), situándolo entre los mejores melones a nivel internacional. La tradición de su cultivo y el respeto al medio ambiente han convertido al melón de Carrizales en uno de los productos estrella de Elche.
Origen y cultivo sostenible
El melón de Carrizales recibe este nombre del antiguo almarjal de Els Carrissals, hoy parque natural agrario gestionado por la Comunidad de Regantes de Carrizales. Esta comunidad agraria, fundada hace más de tres siglos, agrupa a unos 400 comuneros (agricultores, ganaderos y propietarios) del municipio de Elche. Se encargan de distribuir y reutilizar las aguas concedidas, manteniendo un complejo sistema de riego tradicional: más de 200 km de acequias abiertas excavadas en la tierra. Gracias a estos métodos ancestrales y al ecosistema del entorno –corredor natural entre el Parque Natural de El Hondo y el de las Salinas de Elche–, el melón de Carrizales se cultiva de forma sostenible, con bajo uso de plaguicidas.
Los surcos de melón de Carrizales se extienden en el campo ilicitano, con un sistema de riego tradicional que alimenta sus frutos dulces y jugosos. El suelo salino de Carrizales, combinado con el agua del Segura y del Júcar, es clave para su sabor: contiene sales que se concentran en el fruto, otorgándole un dulzor muy característico. De hecho, estudios locales destacan que esta zona es un “paradigma histórico de simbiosis entre protección ambiental y agricultura tradicional”. Por ello, los melones de Carrizales forman parte de espacios protegidos de Red Natura 2000 y cuentan con reservas naturales (como las charcas del Prat dels Carrissals y La Manzanilla). Esta integración en áreas protegidas incluso aporta un valor añadido: el uso de la etiqueta Natura 2000 puede abrir puertas a ayudas europeas y a futuros sellos de calidad, como la denominación de origen.
Producción y campaña reciente
La cosecha del melón de Carrizales es muy variable año a año, dependiente de factores climáticos y de agua. En 2022, con condiciones favorables, se alcanzaron unos 500.000 kilogramos. Sin embargo, la campaña de 2023 sufrió por la sequía: sólo se recogieron unos 200.000 kg, muy por debajo de lo habitual, debido a las altas temperaturas y la falta de lluvias oportunas. Tras esta merma, la producción se recuperó parcialmente en 2024: la campaña alcanzó alrededor de 400.000 kg (un incremento respecto al año anterior), cultivándose en unas 20 hectáreas de campos de Carrizales.
Cada año la Comunidad de Regantes organiza un evento de inicio de campaña con un corte simbólico del melón. En julio de 2024, la inauguración contó con la presencia del alcalde de Elche y otros concejales, además de la madrina de la campaña (la presidenta de la Asociación de Desarrollo Rural). Allí se resaltó la importancia agrícola y cultural del melón de Carrizales, así como la necesidad de asegurar el suministro hídrico para mantener este cultivo emblemático. En palabras de los agricultores, el melón de Carrizales es un producto “único a nivel internacional” gracias a las singularidades del terreno y el riego tradicional.
Propiedades nutricionales y gastronomía
El melón de Carrizales no solo brilla por su sabor sino también por sus propiedades saludables. Es muy hidratante (90% agua), por lo que es ideal en días calurosos para mantener el cuerpo fresco. Destaca también por su alto contenido en vitaminas y minerales esenciales: aporta vitaminas A, C y E, potasio, magnesio y fibra dietética. Estas sustancias refuerzan el sistema inmunitario, cuidan la piel, regulan la tensión arterial y contribuyen al bienestar general. Además, contiene antioxidantes naturales que ayudan a combatir el envejecimiento celular.
Agua y fibra: Ayudan a la hidratación y a regular el tránsito intestinal.
Vitaminas A, C, E: Refuerzan las defensas, cuidan la visión y la piel.
Minerales (potasio, magnesio): Benefician la salud cardíaca y muscular.
Melones de Carrizales recién cosechados: además de ser extremadamente dulces, son una fuente natural de vitaminas (A, C, E) y minerales como potasio y magnesio. En la cocina, el melón de Carrizales ofrece una gran versatilidad. Su sabor dulce y textura suave lo hacen perfecto para comer fresco, solo o acompañado de jamón serrano. También se utiliza en ensaladas de frutas, batidos naturales y postres veraniegos. Su pulpa puede convertirse en mermeladas, sorbetes o salsas ligeras para carnes y pescados, enriqueciendo platos con su dulzura natural. De esta forma, el melón de Carrizales se integra tanto en recetas tradicionales como en propuestas modernas, resaltando siempre su carácter mediterráneo.
Medio ambiente y promoción local
La Comunidad de Regantes de Carrizales y el Ayuntamiento de Elche trabajan juntos para promocionar este producto autóctono. Eventos agrícolas y ferias locales, como la Fireta del Camp d’Elx (feria del campo ilicitano), dedican espacios especiales al melón de Carrizales. En la Fireta de 2024, por ejemplo, se destacó al melón como “producto estrella” del campo, resaltando su dulzor y textura inigualables. El evento buscó también difundir la importancia de conservar el modelo de riego tradicional y la biodiversidad asociada al cultivo. Tal como explicaron los organizadores, iniciativas como estas refuerzan el valor del melón de Carrizales: permiten mostrar la armonía entre agricultura sostenible y ecosistemas protegidos. Se trata de un agrosistema único, donde la conservación de humedales y acequias históricas asegura un equilibrio entre el desarrollo rural y el medio ambiente.
Además, incluir el logo de la Red Natura 2000 en el melón de Carrizales es una distinción que “beneficia a los productores y les abre puertas”, apuntando a un futuro con más ayudas y posiblemente una denominación de origen protegida. En resumen, el melón de Carrizales representa una confluencia de tradición, calidad y sostenibilidad en Elche.
Cada temporada reafirma el compromiso de sus cultivadores con las prácticas agrícolas respetuosas y la promoción de un producto local que embellece la gastronomía alicantina.