Las obras de retirada de fibrocemento en los colegios públicos CEIP Alcudia, CEIP Sanchis Guarner y CEIP Miguel de Cervantes concluirán en agosto, según ha informado la edil de Educación, María Bonmatí. Esta actuación se enmarca en el Plan Edificant y refleja el compromiso del gobierno municipal con la seguridad y bienestar de los estudiantes.
La semana pasada comenzaron las obras de eliminación de fibrocemento en los colegios CEIP Alcudia y CEIP Sanchis Guarner, aprovechando la ausencia de escolares durante el verano. En las próximas semanas, las actuaciones se trasladarán al CEIP Miguel de Cervantes. María Bonmatí ha destacado la importancia de este proyecto, señalando que «la retirada del fibrocemento de los centros, incluida en el Plan Edificant, era un compromiso de este gobierno municipal».
A pesar de que el informe de necesidades para la retirada del fibrocemento estaba aprobado desde 2017, el proceso de licitación no avanzó el año pasado, lo que impidió la realización de las obras en el verano de 2023. «Tras el trabajo incansable de la concejalía de Educación, ya tenemos todos los permisos necesarios y durante el mes de agosto todo el fibrocemento quedará retirado de los colegios», ha afirmado Bonmatí.
El arquitecto encargado de las obras, Rafael Santonja, ha explicado que los trabajos consisten en la eliminación de todas las placas de fibrocemento del perímetro de los edificios y su sustitución por nuevas placas hidrófugas. Además, se colocarán cubiertas impermeabilizadas para mejorar el ahorro energético y evitar filtraciones.
En estos momentos, las obras se están llevando a cabo en el CEIP Alcudia y CEIP Sanchis Guarner, mientras que en el CEIP Miguel de Cervantes comenzarán a mediados de mes y se espera que finalicen la última semana de agosto. La colocación de las nuevas placas coincidirá con el inicio del curso 2024/2025, aunque se realizará en horarios diferentes para garantizar la seguridad del alumnado y profesorado.
La inversión en estas obras asciende a 19.239 euros en el CEIP Alcudia, 107.000 euros en el CEIP Sanchis Guarner y 135.000 euros en el CEIP Miguel de Cervantes.
Este proyecto no solo busca eliminar un material potencialmente peligroso, sino también mejorar las condiciones de los centros educativos. Con la instalación de placas hidrófugas e impermeabilizadas, se espera un mayor ahorro energético y una mejor protección contra las inclemencias del tiempo, asegurando un entorno más seguro y confortable para los estudiantes y el personal educativo.